Es importante tener conductas y hábitos para ordenar y limpiar, que nos faciliten el día a día en lugar de considerarlo como trabajo adicional.
Por eso, hazte estas preguntas a la hora de ordenar y limpiar, tanto en tu casa u oficina:
- ¿Has usado esto en los últimos 6 meses?
- ¿Tienes más de un artículo que cumple la misma función?
- ¿Estás guardándolo por una razón sentimental?
- ¿Me queda? ¿Va con mi estilo?
- ¿Lo volvería a comprar?
El mimalismo en casa debe ser parte de tu estilo de vida y el orden y limpieza facilitan la convivencia y nos ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad, para disfrutar de un ambiente sano y acogedor con nuestra familia.
Una casa ordenada debe contar únicamente con lo necesario. Por eso es imprescindible que elimines todo aquello que no necesites y así crear un entorno despejado. Para conseguir esta sensación te aconsejamos limpiar y deshacerte de lo que no necesites regularmente. Esto ayudará a conseguir ese equilibrio en tu hogar.
El impacto visual es una característica fundamental para catalogar a una casa como ordenada y limpia. Si queremos que nuestro hogar se vea ordenado, tenemos que recoger todos esos trastes, bolsas, frutas, que hemos ubicado en superficies horizontales como counter, mesas, sillas, etc.
Siempre debemos marcar la norma de “menos es mejor”.
Cuida los detalles siempre que puedas. A parte de tener una casa ordenada, todos los elementos que la componen tienen que contribuir en ello. Si tenemos nuestra habitación ordenada, pero nos hemos levantado y no hemos hecho la cama, entonces todo nuestro trabajo se desborda. Aunque la habitación esté ordenada, este pequeño detalle alterará todo ese orden. Además, esa primera tarea de la mañana, te ayudará a ir completando pequeñas tareas a lo largo del día y te sentirás más motivado.
¿Qué pasa si no tengo tiempo?
Algunos días, por motivos varios, no disponemos del tiempo necesario para dejar todo en su lugar. Para estos momentos tenemos que buscar una alternativa, que sería definir una zona específica para dejar temporalmente aquello que no hemos podido ordenar en el momento adecuado. Pero es importante, que tan pronto como podamos lo recojamos y no caigamos en la tentación de dejarlo en ese lugar por un largo tiempo, porque después vuelve el caos y es más difícil salir de él.
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