Una gran fortaleza construida por Francia al termino de la Primera Guerra Mundial para cubrir su frontera con Italia y Alemania; la línea Maginot que debe su nombre a su promotor André Maginot, ministro de Defensa.
La línea Maginot, una mega obra que contaba con 400 kilómetros de largo, que iban de Suiza hasta el Canal de la Mancha y contaba con fortificaciones internas de 108 fuertes cada 15 km. Estaba completamente equipada con quirófanos, comedores, enfermerías y salas de comunicaciones, era el fuerte perfecto para resistir una larga guerra.
Sin embargo, los nazis tenían otros planes. Convirtieron la linea Maginot en una ratonera, donde a través de las tomas de aire, lanzaban explosivos, matando a los soldados por asfixia.
Hoy, la solo es un museo en Francia, donde puedes conocer como paso a ser uno de los fracasos estratégicos mas costos e inútiles de la historia de las guerras.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el minimalismo en general? Pues es una enseñanza muy interesante de cuanto tenemos cosas «por si acaso».
Muchas veces, ese por si acaso, nunca llega y lo que tenemos son cosas materiales llenándose de polvo y estorbando. Como la linea Maginot, que en vez de tener un fin próspero, lo que termino haciendo fue generar un costo innecesario y ocupar tiempo que pudo hacer sido empleado en otro proyecto.
Seamos muy asertivos a la hora de emplear nuestro tiempo y dinero y verán cómo eso cambia toda la percepción que tenemos de la vida.