Una vez que se asume el compromiso de una vida minimalista esta premisa debe estar presente en todos los aspectos de nuestra vida y aunque todos son importantes, el trabajo es una de las principales áreas que deben alinearse en este proceso.
Si nuestro empleo es aquella actividad a la que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, lo ideal es procurar que este nos haga sentir útiles satisfechos y nos retribuya en la medida en la que nos demanda.
Bien si trabajamos en casa o en un empleo que exija movilizarnos hasta una oficina la premisa es priorizar y usar los recursos en forma efectiva, evitando aquellas situaciones que nos hagan sentir saturados y poco productivos.
Para salir airosos de nuestra rutina laboral, existen una serie de hábitos minimalistas capaces de transformar nuestras horas de oficina en las mejores del día.
Organiza tu espacio
En el minimalismo las cosas esenciales y el espacio son la columna vertebral de cualquier acción. Lo primero que debes hacer es organizar tu espacio de trabajo de acuerdo con las cosas que necesites y claramente, eliminando distracciones.
Si ejerces tu labor en un escritorio, prueba limpiar aquella gaveta con papeles importantes que nunca revisas o aquella agenda decorada con la que te distraes cada dos por tres. Al no tener ningún objeto que se robe tu atención será inevitable concentrarte en lo que te corresponde.
Organizar el espacio minimalista también incluye dejar el celular de lado y bloquear aquellas aplicaciones con las que sabemos que nos distraemos cuando estamos en la computadora. Para esto último sólo basta con desactivar las notificaciones.
Prioriza
Para saber por dónde empezar a utilizar el tiempo del día que dedicas al trabajo, realiza una lista de tareas y atiéndelas según su orden de importancia.
Hacer esta lista te permitirá saber cuáles son las actividades más importantes, cuáles le siguen, cuáles se pueden dejar para el día después y sobre todo cuáles se deben descartar.
No al multitasking
Si bien hay muchos que alaban esta cualidad, el minimalismo propone centrarse en una tarea a la vez. Ya que todo se trata de aprovechar los recursos, y el tiempo es uno de ellos, lo mejor es dedicarnos a una actividad hasta terminarla y hacerlo bien.
De nada sirve hacer varias cosas a la vez, si al final del día no podemos mostrar un resultado completo. Esto no quiere decir que no podamos tomar un descanso o leer un email mientras escribimos un artículo; pero sí debemos terminar al menos un objetivo.
Evita las situaciones o personas negativas
Cuando se quiere lograr una tarea es común que aparezcan inconvenientes o colegas que no son precisamente colaboradores con lo que se busca. En este sentido, siempre debemos priorizar el objetivo laboral como lo más importante y evitar perder el tiempo con circunstancias que no suman nada a nuestros proyectos.
Aprende a decir «No»
Si bien es cierto que a nadie le gusta quedar mal con ningún jefe o cliente, debemos aprender a ser sinceros con nosotros mismos y determinar cuando no podemos cumplir con una fecha de entrega o trabajo adicional.
Al final del día esta honestidad nos librará de tener que buscar excusas por no cumplir o de asumir un exceso de trabajo que finalmente nos afectará en otras áreas de nuestra vida.
Llevar el minimalismo al trabajo es una de las estrategias más efectivas para llevar a cabo una rutina ordenada, eficiente y productiva, y evitar que absorba en forma negativa otros aspectos de nuestra vida.
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