En un concepto amplio el minimalismo es entendido como una práctica que busca la simplicidad en todos los aspectos de la vida, lo cual no significa tener poco sino tener lo esencial sin recorrer tantos caminos equivocados. En este sentido, y si queremos ser fieles a este estilo de vida, debemos aprender cómo aplicarlo en varios aspectos claves, incluídas las finanzas.
Contrario a lo que se puede asumir, el minimalismo financiero no se opone a las posesiones materiales ni a la acumulación de la riqueza, sino a todo aquello que nos impide ser libres desde el punto de vista financiero y alejarnos de las cosas con las que soñamos.
Al despejar el desorden de nuestras vidas, podemos enfocarnos en eliminar la deuda, cambiar nuestros hábitos y tomar mejores decisiones con menos recursos. Para ello, compartimos 3 tips minimalistas para poner en orden tus finanzas.
No gastes más de lo que ganas
Seguramente lo has oído hasta el cansancio, pero el minimalismo es así, sencillo. Y esta es la regla de oro.
Puedes anotar tus gastos en un cuaderno o en un formato digital en tu computadora o descargando algunas de las apps para este fin, disponibles para descargar en el celular. De una forma u otra, lo importante es que quede sentado para tu control.
En este primer paso debes anotar lo que gastas, sea importante o no, al menos durante el primer mes te hará darte cuenta de cuáles gastos son necesarios y en cuáles estás desperdiciando el dinero.
Haz una lista de lo esencial
Después de entender en cuales cosas gastas tu dinero al menos durante un mes, realiza una lista de aquellos gastos que son necesarios y obligatorios como alquiler, seguro médico, comida, servicios y cuál es la cantidad destinada para cada uno.
En otra lista, coloca aquellas cosas que estás pagando y que de seguro no son necesarias, como un servicio de cable que no usas porque estás siempre fuera de casa.
En este punto es importante ser honestos y destinar un presupuesto para las cosas que nos gusta hacer, de este modo no caeremos en la tentación de sacar de los ahorros o del pago de algún servicio.
Si te gusta ir al cine o salir con amigos, colócalo en tu lista de gastos. Lo importante aquí, es usar el sentido común y saber que los gastos de entretenimiento deben medirse para no alterar el presupuesto.
Paga tus deudas
Una vez que pagues tus gastos habituales, destina una parte de tus ingresos a pagar deudas. Para que sea más sencillo, es importante empezar por aquellas deudas pequeñas. Así, verás que puedes ir eliminando deudas de tu lista y no deber un poco menos de una larga lista que nunca se achican.
En este aspecto es importante hacer una evaluación de tus tarjetas de crédito y tomar la decisión de seguir manteniendo todas o eliminar alguna.
Ahorra
Después de dominar todos los pasos anteriores, viene la lección más importante y la que a la larga te servirá para cumplir tus deseos y generar estabilidad.
Para alguien que no tiene este hábito empezar no es del todo fácil, pero no imposible. Fíjate como meta un monto realista, puede ser el 10% de tus ingresos cada mes.
Una vez tengas creado el hábito empieza a ahorrar para fines específicos como un viaje o un curso que quieras hacer más adelante. Así mismo, proponte ahorrar un monto para tu jubilación, recuerda que nunca se es demasiado joven para ocuparse de esto.
Y siempre recuerda que quien domina sus finanzas sabiamente, entiende que el dinero es solo una de las cosas que se necesitan para vivir tranquilamente y no un motivo de preocupación ni para estar amarrados a hábitos u oficios que consumen nuestra vida.
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